martes, mayo 23, 2006

Kiltro - 'Patadas que se Atreven'

... Con algunos pasajes jocosos que hacen referencia a cintas de culto como Kill Bill, los clásicos de Jackie Chan y hasta “La Guerra de las Galaxias” (también aquí hay un enano que es maestro), “Kiltro” al menos cumple en factura técnica ...


Kiltro

PATADAS QUE SE ATREVEN







Un extraño fenómeno está ocurriendo en el cine chileno actual. Positivo por lo demás, ya que se está dando la lógica que si un país como el nuestro quiere avanzar en materia cinematográfica hasta llegar a hablarse de una ‘industria’ chilena del cine, lo cierto es que este nuevo celuloide criollo debe dar espacio a todo tipo de realizaciones. Pues bien, más temprano que tarde, el cine chileno entra en una vía hasta ahora más bien desconocida, aunque no menos peligrosa. Kiltro, del director y guionista Ernesto Díaz Espinoza, y que entre otros logros contó con apoyo de crédito CORFO para su realización, sin ningún tipo de escrúpulo entró de lleno en el género de acción y artes marciales, siendo que muchos la creíamos solo una intentona más por diversificar nuestro cine, desde luego a costa de granjearse sonoras críticas, la temible indiferencia del público, o simplemente jocosas carcajadas al apreciar el resultado obtenido.

Estamos claros que siempre habrá público para todo, y que muchos de estos espectadores aplaudirán a rabiar propuestas como esta, muchas veces imbuidos por la excitación de ver algo diferente dentro de nuestra realidad, o porque simplemente quieren ser condescendientes con directores atrevidos, lo cual los hará sentirse reflejados en su propia personalidad. Aunque en un género muy distinto, la misma lógica podría aplicarse a lo sucedido con “La Sagrada Familia”, de Sebastián Campos, que siendo una película de dudosa calidad gracias a sus constantes giros provocativos consiguió elogios de proporciones entre aquellos que se sienten más rompedores de esquemas. El caso inverso se produjo con “Fuga”, de Pablo Larraín, que despertó el rechazo generalizado de muchos de estos mismos críticos y espectadores, al considerarla en extremo pretenciosa y políticamente correcta. Con “Kiltro”, algo nos estaba avisando que sería considerada una película de culto por quienes alucinan con el cine bizarro de la violencia, y fue justamente eso lo que terminó sucediendo.



Esta no es ni mucho menos la película chilena del año, a excepción del impacto mediático generado por la osadía de su género, los efectos técnicos que emanan sangre y violencia, y por su puesto el elenco, siendo su principal atracción la presencia del chileno Marko Zaror, entre cuyos pergaminos está el haber sido reemplazante de Dwayne Johnson, más conocido como “La Roca”, en las películas de acción donde este último se llevó los créditos finales. Lo cierto es que nuestra primera película de artes marciales ofrece contrapuntos tan notablemente marcados, que se cometería una culposa injusticia si es catalogada de buena o mala por el simple hecho de darle prioridad a estos elementos discordantes. A la hora de evaluarla en su conjunto obligadamente hay que detenernos en cada uno de sus elementos.

El guión es tan simple que sorprende por lo precario, aunque no menos efectista, y está centrado en una curiosa historia de amor con claros rasgos de adolescencia irritante, y que está ambientada en nuestro conocido y querido barrio de Patronato, quizás el más característico del gran Santiago de Chile. Allí nos encontramos con un tipo de origen árabe, que no queda claro si es un adolescente con rasgos muy maduros o simplemente un veinteañero vago y que se quedó pegado en los diecisiete, cuya única obsesión es conquistar a una muchacha de rasgos orientales pero que no le corresponde. El sujeto en cuestión es Samy (Marko Zaror) y la joven de origen coreano es Kim (Caterina Jadresic). Samy, derivado de Samir, además de una sorprendente inmadurez y cerebro de músculo, desconoce que el origen de Kim marcó una serie de turbulencias entre las colonias palestina y coreana de Patronato. El solo mencionar esta situación ya conlleva una mueca de hilaridad, pero estamos hablando de una producción que si bien de original tiene muy poco, al menos intenta recrear dentro de nuestra idiosincrasia escenas y ambientes como los de producciones estadounidenses y orientales, independiente de su valor cinematográfico.



La trama irá develando los secretos de una antigua traición amorosa que involucran a Kim y a su padre, pero antes, Samy dará sus primeras muestras de superioridad en las artes marciales frente a los alumnos de Terán (Man Soo Yoon), el instructor coreano y padre de Kim, y frente al “Maniático”, su rival a la hora de conquistar a la muchacha, la cual en realidad es mitad coreana y mitad árabe. Quien hace su arribo para desenterrar este tormentoso secreto y cobrarse así venganza luego de años es Max Kalba (Miguel Angel de Luca), un palestino que cegado por el rencor buscará asesinar a Terán, su hija y a todos aquellos que lo traicionaron en el pasado. Samy por consiguiente deberá perfeccionar sus conocimientos para prestar socorro a su amada y a Terán, sin saber que su nuevo instructor en el norte chileno, Soto (Alejandro Castillo), después de entrenarlo jugará un papel en su vida más allá de lo que él cree.

Con algunos pasajes jocosos que hacen referencia a cintas de culto como Kill Bill, los clásicos de Jackie Chan y hasta “La Guerra de las Galaxias” (también aquí hay un enano que es maestro), “Kiltro” al menos cumple en factura técnica. Es sorprendente lo bien realizada que está en cuanto a producción, especialmente en fotografía, salvo claro algunos paisajes pintados a la pared, siendo hasta el momento la única cinta chilena capaz de ensombrecer a “Fuga” dentro de este ítem. Sin embargo, en las actuaciones es donde encontramos definitivamente lo peor. Aunque a un Alejandro Castillo, un Luis Alarcón o una Ximena Rivas, estos dos últimos en roles bastante secundarios, nadie a estas alturas podría cuestionarlos como actores de peso, la verdad es que no lograron subirle el nivel a esta película, resultando imposible de obviar la pobrísima performance de Marko Zaror como el héroe de turno, quien como actor resultó ser un excelente doble, y mejor karateca. Lo mismo va lamentablemente para Caterina Jadresic, quien solo por su innegable belleza sale bien parada en este desafío, esperando que a futuro pueda demostrar un desempeño mejor. Y si bien los argumentos a favor de “Kiltro” apuntan a que esta no era una película pensada para complacer a los críticos, lo cierto es que si queremos innovar y entregar productos de calidad, independiente del género, al menos las actuaciones protagónicas no son un detalle menor al cual se deba pasar por alto.



El coreano Man Soo Yoon y el destacado instructor Miguel Angel de Luca cumplen dignamente con lo que se les pidió, ya que no se trata de actores profesionales. El mérito de ellos, especialmente del segundo, fue haber colaborado con Zaror en recrear espectaculares secuencias de peleas, torturas y patadas con elementos corto punzantes, las cuales harán las delicias de quienes esperan ver sangre emanando de cabezas, cuellos y miembros. Muy buenos efectos, otro punto a favor en este trabajo de Díaz Espinoza.

Claramente las colonias árabe y coreana residentes en Chile merecen una película que mejor refleje sus costumbres y diferencias, y no esta producción que solo busca entretener, atreverse con buenos recursos en un género difícil y en definitiva pasar un rato agradable. Lo mismo podríamos decir de quienes practican artes marciales y quieran una obra de culto sobre sus destrezas, y si bien “Kiltro” lo es, una película de culto, su valoración va más por el lado lúdico, y que al menos no le resta mérito por intentar emular a las producciones extranjeras, donde el pegar una buena patada vale mucho más que encontrar al nuevo Sir Lawrence Olivier entre los maestros de las artes marciales.

Interesante





Ficha Técnica

Nombre: Kiltro
Género: Artes Marciales
Director: Ernesto Díaz Espinoza
Guión: Ernesto Díaz Espinoza
Reparto: Marko Zaror, Caterina Jadresic, Miguel Angel de Luca, Alejandro Castillo, Man Soo Yoon, Roberto Abendaño, Ximena Rivas, Daniela Llorente, Mauricio Diocares, Pablo Cerda, Luis Alarcón
Producción: Derek Rundell
Montaje: Ernesto Díaz Espinoza
Fotografía: Víctor Jiménez Atkin
Música: Rocco
País: Chile
Idioma: Español
Duración: 90 minutos
Año: 2006
Link: http://www.peliculakiltro.com/

sábado, mayo 20, 2006

Tributo a Soraya (película "Las Combatientes")

... Otra estrella que asciende al cielo...


SORAYA
(11/03/1969 - 10/05/2006)


TRIBUTO A UNA GRAN MUJER

("Las Combatientes")





Soraya


Hace poco más de una semana falleció una de las cantautoras latinoamericanas más queridas y admiradas de la última década, me refiero a Soraya, artista nacida en Colombia pero residente en Miami, Estados Unidos. Como pocas artistas femeninas de su época, Soraya logró combinar un extraordinario talento, con letras y acordes muy intimistas y personales, con una extraordinaria belleza, además de una autenticidad que siempre se agradeció y le permitió conseguir innumerables admiradores.

Tras una penosa recaída por el cáncer de seno que la afectaba, la artista no solo dejó un legado musical difícil de olvidar, sino además, un ejemplo de lucha contra la adversidad que significa enfrentar este terrible mal. Sus esfuerzos también se centraron en informar a muchas mujeres sobre su propia experiencia para que previnieran la detección a tiempo del cáncer mamario. Sin embargo, en este lado de América Latina se desconocía que su música también formó parte de la banda sonora de una película. Se trata de la producción puertoriqueña Las Combatientes del año 2004, protagonizada por las actrices Alba Nydia Díaz, Cordelia González y Flor Núñez, y su temática giraba precisamente en torno a esta mortal enfermedad y cómo sobrevivir a ella.



Título: Casi
Intérprete:
Soraya


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Como todos han coincidido en que el mensaje que nos dejó Soraya sobre la prevención de este tipo de cáncer fue una tarea loable, pues bien, creo que perfectamente podríamos conocer en Chile esta producción de Puerto Rico, la que incluso obtuvo el premio "Spirit of Moondance" en mayo del 2005, al obtener el primer lugar en el prestigioso Festival de Cine Internacional Moondance, el cual se realiza en Colorado, Estados Unidos.

Dejo planteada esta inquietud a quien corresponda.


Y bueno, no puedo dejar pasar la oportunidad de volver a escuchar uno de los temas románticos que más me han marcado. Es el caso de la hermosa canción De Repente, de su álbum debut "En Esta Noche" de 1996. Un belleza de composición.


Título: De Repente
Intérprete: Soraya


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Tal como se lo dije a muchos de sus fans, las personas solo mueren cuando se las olvida, de lo contrario, viven para siempre...

El Código Da Vinci - 'Temporada de Hipotecas'

... En términos cinematográficos propiamente tales, como nunca en muchos años la discusión ha estado centrada en las altas expectativas en relación a una película determinada, versus los escasos resultados obtenidos por ella. Como sea, el gran perdedor en este caso es el propio Ron Howard, más todo su equipo ...


El Código Da Vinci

TEMPORADA DE HIPOTECAS





Aún no queda del todo claro si el hito más importante de esta nueva cinta del director estadounidense Ron Howard, la versión cinematográfica del best seller de Dan Brown El Código Da Vinci, fue todo ese marketing publicitario que precedió su estreno mundial, o bien, las desastrosas críticas que este mismo trabajo a generado tras su primeras exhibiciones, incluyendo el Festival de Canes. Dichos cuestionamientos han surgido tanto desde la crítica especializada como desde cierto tipo de público, el más exigente por cierto. Personalmente, creo que la tercera arista en competencia, las fuertes quejas de movimientos católicos como el Opus Dei y la Iglesia romana misma, no son temas importantes a estas alturas, salvo para sabrosas discusiones de sobremesa o programas de televisión que buscan de sintonía.

En términos cinematográficos propiamente tales, como nunca en muchos años la discusión ha estado centrada en las altas expectativas en relación a una película determinada, versus los escasos resultados obtenidos por ella. Como sea, el gran perdedor en este caso es el propio Howard, más todo su equipo, ya que de lo que menos puede jactarse en estos momentos este director es de recibir críticas positivas por esta versión en cine de unos los textos novelísticos más exitosos, ya que salvo por el público adicto al cine pop-corn, nadie con dos dedos de frente podría levantar el dedo índice para dar su aprobación a una de las superproducciones más pobres dentro del llamado género thriller, y que literalmente deja por el suelo a la obra literaria a la cual pretendió emular en la pantalla grande. Siendo breve y conciso, hay solo dos motivos de peso para asistir a ver “El Código da Vinci”, una es tomar nota de lo desastroso que puede resultar seguir al pie de la letra, mediante el guión, la obra literaria en que se basa sin buscar ni una pizca de innovación, y el segundo motivo, para un buen porcentaje de espectadores, el darse un festín de proporciones viendo como un director y un actor estadounidenses, ambos íconos del cine de Hollywood, hipotecan sus cuestionados elogios en algo más de dos horas.



Vayamos por parte. A Ron Howard aún no se le perdona que haya obtenido el Oscar 2002 a mejor película por su controvertida “Una Mente Brillante”, con lo cual quedó tildado para siempre como un director oscarizado que solo tiene a la estatuilla en la cabeza a la hora de ponerse a trabajar, mientras que Tom Hanks, quien en este trabajo pretendió darle vida al simbologista Robert Langdon, debe estar conciente que fuera de Estados Unidos, es considerado el actor más sobrevalorado por la Academia norteamericana. Pues bien, como diríamos en buen chileno, ambos 'pisaron el palito’ (cometieron un error garrafal), y se embarcaron en una tarea tan pretenciosa como peligrosa, que consistía en darle forma a la exitosa y no menos cuestionable obra literaria de Dan Brown, la cual en el papel resultó ser una historia tremendamente entretenida y cautivante, pero que difícilmente se podría reproducir de la misma forma en una pantalla de cine. Ambos, Hanks y Howard, debieron creer que sus pergaminos bastarían para lograrlo, y si bien no pocos culpan a la debilidad de la historia misma por el magro resultado obtenido, lo cierto es que en un principio no pocos desoyeron las críticas a la historia de persecuciones, revelaciones simbólicas y teorías heréticas de Brown y creyeron que esta supuesta dupla dorada de Hollywood bastaría para conseguir un excelente trabajo de adaptación. Qué equivocados estaban.

Como sea, la historia del simbologista norteamericano que se ve envuelto en un macabro asesinato en el Louvre, con aparentes signos diabólicos, y que se convierte en el principal sospechoso de un rudo policía francés, Fache (Jean Reno), no logra cuajar en ningún momento con la historia original, la cual con un ritmo vertiginoso e impresionante va llevando la trama por senderos que la hacen adentrarse en terrenos pantanosos para la fe cristiana, donde la supuesta rivalidad a muerte entre la secta católica Opus Dei con el enigmático Priorato de Sión se apodera de la imaginación y las ansias del lector. Con la versión cinematográfica no ocurre nada de esto, transformando cada uno de los momentos de alta tensión y fuga en escenas inconexas, en ocasiones ridículas, y lo peor de todo, sin el más mínimo grado de expectación que pudiera sorprender al espectador. La presencia de la popular actriz francesa Audrey Tautou en el rol de la bella criptóloga Sophie Neveu, aliada de Langdon, en poco y nada ayuda en toda esta lamentable situación, ya que a la total falta de expresión de Hanks se terminó uniendo la de Tautou, transformando así a los protagonistas de “Forrest Gump” y “Amelie” en la pareja con menos química que haya visto en mucho tiempo. Solo el actor inglés Ian McKellen, como el flemático Sir Leigh Teabing, otro aliado de Langdon, intenta darle algo más de vida a su personaje, pero aparte de recordarnos constantemente al popular Gandalf de “Lord of the Rings” en cada una de sus locuciones sobre acontecimientos del medievo y la Palestina del siglo I, le jugó en contra que Ron Howard estropeara escenas donde su presencia era clave, como la prematura desconfianza que despierta en Sophie (acá nunca la hubo) y su posterior revelación como el personaje que realmente es. Sin duda este último punto es el momento peor logrado y por el cual Dan Brown debería estarse tomando la cabeza.



A esta historia que, reitero, es completamente distinta en cuanto a ritmo a la del libro que vendió millones de ejemplares hace tres años, se une un terrorífico monje albino llamado Silas (Paul Bettany), quien por encargo del no menos criticable Obispo Aringaroza (Alfred Molina), pretende resguardar a cualquier precio el gran secreto que la Iglesia Católica ha mantenido oculto por siglos: la descendencia de Jesús con María Magdalena, la cual es conocida como el “Santo Grial”, o “Sangre Real”. Tanto Aringaroza como Silas, ambos miembros del Opus Dei, no trepidarán en cometer incluso crímenes en pos de conseguir su objetivo, aunque esto les signifique aliarse con el denominado “Maestro”, el verdadero villano dentro de la historia. Molina como el Obispo no tuvo ninguna trascendencia en la historia, en la de Ron Howard al menos, ni siquiera cuando negocia grandes sumas de dinero junto a otros clérigos de su orden, mientras que Bettany más pareció una versión híbrida entre los maquiavélicos Siths del último episodio de “Star Wars” y uno que otro enemigo de Van Helsing en sus historias de vampiros. En el caso del actor galo Jean Reno como el capitán Faché, su rudeza y obstinación tampoco le ayudaron mucho para levantar en algo el nivel actoral dentro de esta cinta. Insisto, aunque Howard quiso ceñirse lo más fielmente posible al libro de Brown, de todos modos parecen dos historias distintas, o peor aún, una como la original, y la otra como la versión B.

Solo podríamos rescatar la hermosa fotografía de los lugares históricos y turísticos que sirvieron de locaciones, tanto en suelo francés y británico, entre ellas las afueras del Museo del Louvre y la Abadía de Westminster. La banda sonora a cargo de Hans Zimmer cumple con lo justo, con sonidos que le son identificables rápidamente. Lo demás queda todo en débito, comenzando por lo plano de un guión que no se la jugó por un valor agregado diferente respecto a la trama original, una edición que jamás pudo imprimirle un ritmo coherente, y actuaciones menos que regulares, que salvo la de McKellen, no cumplieron con lo que se esperaba de ellas. En el caso de Audrey Tautou, la actriz gala pone en riesgo su popularidad no tanto dentro del medio francés, europeo e internacional, pero sí para una posible carrera en el apetecido mercado norteamericano. Solo ella podría responder si ese fue su objetivo en mente al momento de aceptar el rol de Sophie Neveu, el cual siempre abogué porque fuera representado por una actriz de la misma nacionalidad del personaje original, aunque mi candidata para dicho papel era Emmanuelle Beart, quien ya había tenido un acercamiento con Hollywood junto a Tom Cruise en “Misión Imposible” (1996), y a quien primero imaginé en la ropa y zapatos de la joven criptóloga pelirroja mientras avanzaba en la lectura sobre Leonardo Da Vinci y sus anagramas. Tom Hanks por otra parte, es el que más hipoteca su cuestionado favoritismo por parte del público y la crítica de su natal Estados Unidos, ya que hasta el más incondicional de sus seguidores tendrá que aceptar que en este trabajo al menos nunca se notó cómodo, molestia que debió expresar en los camarines o en su hotel, pero no en medio de las filmaciones. De más está decir que jamás imaginé a este actor en la piel de Robert Langdon, pero con Ron Howard confirmado como director cualquier cosa podíamos esperar.



Así entonces, todo indica que el fenómeno ‘Da Vinci’ comienza a desinflarse por completo. Al archirepetido documental del canal de cable National Geographic sobre los fundamentos que tuvo Dan Brown para escribir su libro, y donde el escritor queda poco menos que de charlatán al no dar jamás una respuesta demostrable sobre los hechos supuestamente históricos que él sostenía como reales, se une ahora esta bizarra adaptación al cine de su propio trabajo, donde un cuestionado director estadounidense pretendió convertirlo en una superproducción que volviera a poner en el debate público y mundial la verdad histórica sobre Jesús, la Magdalena, la Iglesia Católica, el Priorato de Sión y el Opus Dei, pero que sin embargo, solo ha despertado quejas de los conservadores cristianos más fundamentalistas, las que a estas alturas son solo pintorescas frente a la discusión sobre el pobre resultado obtenido por Howard y su elefantiásica campaña promocional.

Una lástima. Cierta vez un amigo me decía que solo comentaba películas excelentes, muy buenas y buenas en este blog de cine, a lo más regulares. Probablemente tenía razón, y justamente por lo mismo nunca quise ni ver la secuela de “Bajos Instintos”, con Sharon Stone, para no perder el tiempo discutiendo un film a todas luces malo. Pues bien, sin imaginármelo nunca, la primera película que cae por debajo de la calificación de ‘regular’, termina siendo una de las cintas más esperadas del año y sobre la que hasta yo me formé ciertas expectativas, quizás porque nunca consideré un bodrio a “Una Mente Brillante”, tal como la mayoría de los otros críticos. “El Código Da Vinci” tampoco es un bodrio, pero estuvo muy cerca de serlo.

El Opus Dei y demás grupos extremos respirarán tranquilos a partir de ahora. Solo deberán añadir a su varias oraciones al día un sentido ‘gracias San Howard por favor concedido’. En honor a la verdad, flaco favor le hizo esta realización a Dan Brown y a los cabecillas del actual Priorato de Sión, si es que realmente existe y tiene con el alma en un hilo al Vaticano y sus tentáculos.


Mala






Ficha Técnica:

Nombre: El Código Da Vinci (The Da Vinci Code)
Género: Thriller
Dirección: Ron Howard
Guión: Akiva Goldsman. Basado en la novela de Dan Brown
Reparto: Tom Hanks, Audrey Tautou, Ian McKellen, Paul Bettany, Jean Reno, Alfred Molina, Jürgen Prochnow, Etienne Chicot, Jean-Yves Berteloot, Jean-Pierre Marielle, Marie-Françoise Audollent, Seth Gabel
Producción: Brian Grazer y John Calley
Música: Hans Zimmer
Fotografía: Salvatore Totino
Montaje: Dan Hanley y Mike Hill
Vestuario: Daniel Orlandi
País: Estados Unidos
Idioma: Inglés
Duración: 149 minutos
Año: 2006
Link: http://www.sonypictures.com/movies/thedavincicode/

martes, mayo 16, 2006

En Buena Compañía - 'Inteligencia Emocional a Prueba'

... “En Buena Compañía” es una comedia adulta que entretiene, y que más allá de uno o dos clichés, logra atrapar en muchos pasajes y no deja en absoluto esa frustrante sensación de ser un producto ya visto ...


En Buena Compañía

INTELIGENCIA EMOCIONAL A PRUEBA




Nuevamente me tomaré una licencia muy particular, y comenzaré señalando que, como en otras ocasiones, la presencia de uno de los actores norteamericanos que más he seguido durante estas últimas décadas fue la principal razón por la cual compré el ticket respectivo, y me senté a ver esta nueva comedia de Paul Weitz, titulada En Buena Compañía. Desde su rol como el joven amigo de Mickey Rooney en la película para televisión “Bill” (1983), la presencia en cualquier producción del actor estadounidense Dennis Quaid me hace evaluarlo constantemente en la pantalla grande, pero no bajo un prisma crítico, sino para seguir apreciando la evolución y madurez del actor que interpretó a uno de los roles que más me ha marcado.

Reconociendo entonces de antemano mi admiración por Quaid, no podía dejar pasar este nuevo trabajo donde el protagonista de “El Día Después de Mañana“ cumple otro rol protagónico. Pues bien, en el papel “En Buena Compañía” podría parecer como otra comedia 'americana' más, pero curiosamente, y debido en buena parte a múltiples elogios que leí en la red, me encontré con una realidad muy distinta. Y bueno, fue así como sin pensarlo demasiado asistí a verla, y ahora puedo afirmar que cualquier prejuicio en contra de esta producción carece de validez, ya que la película de Paul Weitz efectivamente se enmarca dentro del género de la comedia, pero con una buena dosis de reflexión que a pocos dejará indiferentes.



Acá se retrata el tema del empleo y desempleo desde una óptica irónica, con una clara crítica hacia la sociedad competitiva de hoy día, y es a través de este punto que el director va marcando la pauta para entregarnos la historia de un cincuentón jefe de ventas del semanario Sports America, Dan Foreman (Dennis Quaid), quien de un día para otro ve que su puesto ya no existe y que deberá estar a cargo de un nuevo jefe, y que solo tiene veintiséis años, Carter Duryea (Topher Grace). Este nuevo chico maravilla de las ventas basa su éxito profesional en las nuevas estrategias comerciales, muy distantes a la vieja escuela de Foreman, aunque lo que este último ignora es que Duryea podrá ser exitoso en el trabajo, pero es un tipo tremendamente perdedor en su vida sentimental.

A la nueva realidad dentro de la empresa, donde todos los empleados ven peligrar sus puestos de trabajo luego que Globecom adquiere a Sports America, se une otro factor más de división entre Carter y Dan, y que se debe a que el joven ejecutivo de Globecom termina enredándose sentimentalmente con la hija mayor de su maduro subordinado, Alex (Scarlett Johansson), con la cual Carter ve una luz de esperanza en su alicaída situación personal. La relación nace de modo casual entre ambos jóvenes, quedando de esta manera descartado que Carter se esté aprovechando de la extraña situación entre él y el padre de Alex. En honor a la verdad, la personalidad de Carter Duryea queda claramente retratada en los primeros minutos del film, ya que su candidez y su falta de carácter no le ayudan del todo cuando debe enfrentar primero a un sorprendido Dan Foreman, su nuevo ‘colaborador’, y más tarde a su temeroso equipo de ventas.



Dennis Quaid, quien nunca ha sido un actor que figure en el primer plano de la mega industria norteamericana, felizmente sale muy bien parado en esta nueva comedia con trazos de drama, que aunque centrándose en las nuevas formas de conducir un negocio, donde fácilmente se despide o degrada a funcionarios de carrera, lo que busca es marcar el acento en la lucha interna de quienes no siendo avasalladores, se ven obligados a serlo, porque la nueva economía así lo requiere. El rol de Quaid en este nuevo escenario queda entonces totalmente desfasado, puesto que además es un padre y marido chapado a la antigua, lo cual le jugará un serio revés con su ‘jefe’ cuando descubre la relación de este con su hija, aunque Dan también tendrá la capacidad para reconocer en él a un buen muchacho, incapaz de hacer daño por voluntad propia.

Topher Grace por su parte, conocido mundialmente por su protagónico en la serie “That 70's Show”, se nota que está debutando en estas lides, por lo cual puede perdonársele que no logre ensombrecer la presencia de Quaid, aunque siendo sinceros, el ángel que el norteamericano posee es un diamante en bruto que seguramente le servirá para seguir vigente en la pantalla grande. A Scarlett Johansson sin embargo prefiero esperarla en el estreno de “Match Point”, de Woody Allen, ya que su presencia en la cinta de Weitz brillo por su falta de peso, y en un rol no menor, ya que es ella quien desencadena un fuerte conflicto entre los dos protagonistas. La bella rubia queda en deuda en esta ocasión.

En definitiva entonces, “En Buena Compañía” es una comedia adulta que entretiene, y que más allá de uno o dos clichés, logra atrapar en muchos pasajes y no deja en absoluto esa frustrante sensación de ser un producto ya visto. Sobria, sin estridencias y posiblemente sin pretensiones, pero que curiosamente deja un mensaje fácil de recepcionar por quienes están imbuidos en esta nueva vorágine del mercado laboral, con su consecuente repercusión en la vida de las personas.


Muy Buena





Ficha Técnica:

Nombre: En Buena Compañía (In Good Company)
Género: Comedia Dramática
Dirección: Paul Weitz
Guión: Paul Weitz
Reparto: Dennis Quaid, Topher Grace, Scarlett Johansson, Marg Helgenberger, David Paymer, Philip Baker Hall, Clark Gregg, Selma Blair, Frankie Faison, Kevin Chapman
Producción: Paul Weitz y Chris Weitz
Música: Stephen Trask
Fotografía: Remi Adefarasin
Montaje: Myron Kerstein
Vestuario: Molly Maginnis
País: Estados Unidos
Idioma: Inglés
Duración: 109 minutos
Año: 2004
Link: http://www.ingoodcompanymovie.com/

lunes, mayo 15, 2006

Iluminados por el Fuego - 'En Busca de las Lágrimas'

... Aunque es difícil que un realizador que quiera hurgar en la memoria histórica de su país de origen logre darle una mirada ajena al sentimentalismo barato, en especial cuando esa memoria colectiva trae recuerdos dolorosos, lo cierto es que de este galardonado trabajo de Tristán Bauer, yo al menos esperaba mucho más ...



Iluminados por el Fuego

EN BUSCA DE LAS LÁGRIMAS




Se me está haciendo común de un tiempo a esta parte que algunos estrenos, meses antes incluso de llegar a nuestras salas, me den un claro indicador de lo que son. Felizmente, en algunos casos me he llevado sorpresas muy loables (“Munich”, “Oldboy”, “Brokeback Mountain”), pero en otros las pocas expectativas se han visto totalmente confirmadas luego de conocer estos trabajos. Muy a mi pesar, por tratarse de un título latinoamericano, la cinta argentina Iluminados por el Fuego, del director Tristán Bauer, está dentro de este último grupo, ya que me bastó con saber hacia dónde apuntaba su trama para saber de antemano con lo que me encontraría en el cine. Un trabajo muy pobre como propuesta y majaderamente lacrimógeno.

Aunque es difícil que un realizador que quiera hurgar en la memoria histórica de su país de origen logre darle una mirada ajena al sentimentalismo barato, en especial cuando esa memoria colectiva trae recuerdos dolorosos, lo cierto es que de este galardonado trabajo de Bauer, premiado en festivales de cine como San Sebastián y La Habana, yo al menos esperaba mucho más, y no ese continuo dramatismo argumentativo de aquellos que quedaron con sus mentes perturbadas luego de arriesgar la vida y la integridad física en una guerra que, salvo ellos mismos, todos daban por perdida desde sus orígenes.



Estamos ciertos que el tema de Las Malvinas aún sigue muy vivo en el alma y la memoria del pueblo argentino, humillado a más no poder en su conocido egocentrismo luego de haber dado el peor paso en falso en materia bélica, tras embarcarse en una guerra fratricida con una de las cinco potencias nucleares del globo. Pero tampoco podemos cerrarnos los ojos y darle luz verde a un guión que solo apela al drama más grisáceo, representado en un veterano que intenta quitarse la vida luego de ir de tumbo en tumbo tras el año 1982, Alberto Vargas (Pablo Ribba), despertando los recuerdos de otro de sus compañeros de arma, Esteban Leguizamón (Gastón Pauls), quien luego de enterarse de su desgracia revive su estancia en las islas, los preparativos de la guerra, y la posterior masacre a manos del enemigo.

Así de fácil puede resumirse la trama de “Iluminados por el Fuego”, y el resto es el solo entrar en detalles, con lo cual comenzaríamos a preguntarnos dónde quedaron los cuestionamientos hacia un gobierno dictatorial que en definitiva fue el gran responsable de embarcar a su nación en un volador de luces que cobró tanta sangre inocente, sobre todo joven, o el papel que jugó el nacionalismo extremo de la mayoría de los argentinos que aún después de la guerra siguió tan vivo como antes. Claro, hay diálogos y escenas donde estas premisas son tocadas, pero solo como aristas menores, o en su defecto secundarias, pero no como elementos centrales que gatillaron el conflicto, y eso cuesta comprenderlo, más aún cuando son las secuelas las que el director quiere retratar. Bauer apeló constantemente a los recuerdos tortuosos, pero no a las causas que generaron esos fantasmas. De hecho, y aunque como chileno pueda parecer contradictorio, me sorprendió que solo se mencione a Estados Unidos como colaborador de los ingleses, siendo que hasta la cuestionada Margaret Thatcher reconoció en su momento la ayuda del gobierno chileno de la época, el que prestó asesoramiento logístico a la armada británica. Ese detalle debió mencionarse si lo que Bauer buscaba era asirse a verdades históricas para ponerlas en medio de su historia.



El Goya de este año 2006 pudo haber sido para “Iluminados por el Fuego” como para la cinta chilena “Mi Mejor Enemigo”, con lo cual el valor del premio a estas alturas queda difuso, porque la cinta argentina no es en absoluto superior a la del chileno Alex Bowen, salvo que el conflicto de las Malvinas sí existió y los resultados son conocidos por todos, incluso después de años de haber ocurrido, no así lo que pudo acontecer en la patagonia compartida por chilenos y trasandinos en 1978. Esto no es en absoluto chovinismo patriota, pero al menos la coproducción chileno-argentina-española protagonizada por Nicolás Saavedra tuvo una mirada más lúdica en medio del drama, otorgándole a la película de Bowen un mérito extra que el público chileno supo valorar. Con la cinta de Tristán Bauer cuesta hallarle algo más al intento por querer golpear constantemente el corazón de los espectadores, en especial tras el regreso de Leguizamón a las islas, ahora más británicas que nunca, así como el triste recuerdo de Juan Chamorro (César Albarracín), un joven soldado muerto en combate.

Rescato la actuación de la actriz Virginia Innocenti como Marta, la pareja de Vargas. De Innocenti solo tenía referencias por algunos trabajos en cine y en televisión, más una exitosa carrera como cantante, sin embargo, también tenía antecedentes que era una de las mejores actrices argentinas de su generación, y sus pocos minutos dentro de la historia corroboraron esos elogios, ya que su papel, aunque bastante secundario, logra reflejar al argentino medio que debió sobrellevar la carga de tener a un veterano dentro de los suyos. Lamentablemente no puedo decir lo mismo de Gastón Pauls, el protagonista, puesto que su desempeño como el sufrido Leguizamón resultó tan plano y predecible que simplemente aburre en varios de los pasajes. Pauls tampoco destacó mucho en “Fuga”, con lo cual la fama y el arrastre que lo preceden desde Argentina queda bastante en duda luego de ver estas performances recientes, y en dos producciones donde sus personajes eran claves.

Insisto, “Iluminados por el Fuego” es más ruido que nueces, aunque no siendo una mala película. Se entiende el dolor de un pueblo que al menos hace una retrospección e intenta reivindicar el dolor legítimo de muchos, pero en honor a la verdad, no creo que haya alguien que pueda conformarse con tan poco, y que además, se desarrolle de manera tan predecible. Muy buenas imágenes que recrean los horrores de la guerra, pero sinceramente, con eso no basta.


Regular





Ficha Técnica:

Nombre: Iluminados por el Fuego
Género: Drama
Dirección: Tristán Bauer
Guión: Edgardo Esteban, Gustavo Romero Borri, Tristán Bauer y Miguel Bonasso. Basado en el libro de Edgardo Esteban y Gustavo Romero Borri
Reparto: Gastón Pauls, Pablo Ribba, Virginia Innocenti, César Albarracín, Juan Leyrado, Arturo Bonín, Víctor Hugo Carrizo
Producción: Carlos Ruta
Música: Federico Bonasso
Fotografía: Javier Juliá
Montaje: Alejandro Brodersohn
Vestuario: Julio Suárez
País: Argentina
Idioma: Español
Duración: 103 minutos
Año: 2005
Link: http://www.iluminadosporelfuego.com/apertura_flash.php

domingo, mayo 14, 2006

El Muelle - 'Dos Grandes en Pugna'

... Una vez más impecables actuaciones de Gérard Depardieu, como el calculador y maquiavélico Denis Klein, y el siempre sorprendente Daniel Auteuil, en un rol que se destaca por no ser un ejemplo de policía, pero al menos con rasgos más cercanos y terrenales respecto al complejo ser humano al cual le tocó representar ...


El Muelle

DOS GRANDES EN PUGNA




No podemos olvidar que el cine francés tiene entre sus grandes marcas registradas el ser capaz de producir excelentes productos cinematográficos en dos estilos diametralmente opuestos, estos son la comedia y el género policial. Y tanto es así, que hasta los principales rostros galos de la pantalla grande pueden interpretar roles en ambos géneros, sin que estos papeles les conlleve una estigmatización en sus carreras, todo lo contrario, el ser capaces de diversificarse como actores solo les ha traído elogios. Este es precisamente el caso de dos de los mejores actores de Francia, y porqué no decirlo, del mundo. Me refiero a Gérard Depardieu y Daniel Auteuil.

A estos dos colosos del cine francés ya se les conoce como la dupla Depardieu-Auteuil, puesto que aún es recordada la excelente comedia del año 2000, “El Closet”, en que ambos actores les dieron vida a dos empleados que sutilmente interpretan a hombres que se debaten entre la homosexualidad real y fingida. Pues bien, este año 2006, con casi dos años de retraso, nos llegó una nueva película donde puede vérseles nuevamente enfrentados, pero esta vez dentro de una historia policial que como pocas, logra magnetizar los sentidos y presentarnos una historia tremendamente cautivante, así como bien lograda. El Muelle, del director Olivier Marchal, es lo nuevo y mejor del cine policial francés que hemos podido apreciar desde hace dos meses en Chile.



Marchal lo que intenta conseguir a través de “El Muelle” es devolvernos el sentido más clásico del género policial, donde no solo las balas y los golpes sean el ingrediente principal de una historia llena de acción, sino que además quiso poner en primer término los aspectos sicológicos y las bajezas más miserables que pueden encontrarse dentro de un sistema policial, en este caso del parisino. A través de estas luchas intestinas, a cargo de Léo Vrinks (Auteuil), jefe de la Brigada de Investigación e Intervención, y Denis Klein (Depardieu), jefe de la Brigada de Represión de la Delincuencia, la historia presenta una intensa y excitante batalla por el control de la sede de Policía Judicial 36, Quai des Orfebres.

La pugna deriva cuando el director de la policial judicial Robert Mancini (André Dussollier) literalmente pone en competencia a Vrinks y Klein luego de ordenar como prioridad número uno el dar con el paradero de una peligrosa banda de atracadores, los cuales con una violencia y asertividad que ha descolocado a la policía de París ha actuado con total impunidad. Este es el momento preciso para que ambos policías, amigos en apariencia, pero rivales en lo profesional y personal, se vean las caras y actúen a su modo para lograr con el objetivo impuesto por Mancini.



Justamente es el proceder tan disímil de ambos hombres lo que desencadenará esta pugna que terminará siendo una verdadera guerra interna dentro del departamento de policía, puesto que Vrinks y Klein, especialmente este último, no se caracterizan por usar métodos del todo ortodoxos para conseguir información y hacerse notar, y aunque Vrinks podría presentarse a primera vista como el menos corrupto, no es tampoco un ejemplo a seguir, y peor aún, al ser víctima de un chantaje y posterior desenmascaramiento, quedará en las manos de Klein, quien no solo se alzará victorioso frente a su rival, sino que además le hará pagar caro por su error, así como también por viejas rencillas, entre ellas amorosas.

Como toda historia policial que se precie de tal, no pueden estar ausentes los momentos humanos que logran suavizar la rudeza de una trama a ratos brutal, y es ahí donde rescato uno de los grandes méritos en la dirección de Olivier Marchal, y que consiste en presentar las historias secundarias, como el matrimonio de Vrinks con Camille (Valeria Golino), la amistad filial de este con una cuarentona prostituta, y por su puesto, los lazos de lealtad entre Vrinks y sus dirigidos dentro de la 36, centrándolas siempre en relación a la rivalidad con Klein, quien precisamente por medio de estas aristas en la historia se contrapone al carácter un poco más humano de Vrinks.



Una vez más impecables actuaciones de Gérard Depardieu, como el calculador y maquiavélico Denis Klein, y el siempre sorprendente Daniel Auteuil, en un rol que se destaca por no ser un ejemplo de policía, pero al menos con rasgos más cercanos y terrenales respecto al complejo ser humano al cual le tocó representar. Todas las actuaciones secundarias sobresalen, con lo cual el valor agregado de “El Muelle” es muy superior comparado al de otras cintas de policías, mafiosos y vendettas. La banda sonora a cargo de Erwann Kermorvant y Axelle Rendir es otro punto a considerar, ya que su inclusión en las escenas precisas marca un punto no menor en cuanto a impacto y concentración de parte del público. Una gran dirección y un excelente guión.

Así como para muchos sería un placer ver a dos monstruos del cine anglo en una cinta de acción, como Tom Hanks con Daniel Day Lewis, o Clint Eastwood con Jack Nicholson, para mí en lo personal no pudo ser más gratificante reencontrarme nuevamente con esta dupla de oro del cine francés como lo son Daniel Auteuil, quien se lució en la comedia “El Restaurante” del año pasado, junto al corpulento Gérard Depardieu, quien ya a estas alturas no necesita mayor presentación.

Aunque ya lleva un tiempo considerable en la cartelera local, aún es tiempo de poder disfrutar a una de las mejores películas del año, y que se une a títulos como “Oldboy” y “Una historia Violenta”, entre las cintas de acción y violencia que han sobresalido en lo que va de este año 2006.


Excelente




Ficha Técnica:

Nombre: El Muelle (36, Quai des Orfèvres)
Género: Policial
Dirección: Olivier Marchal
Guión: Olivier Marchal, Franck Mancuso, Julien Rappeneau, Dominique Loiseau
Reparto: Daniel Auteuil, Gérard Depardieu, André Dussollier, Roschdy Zem, Valeria Golino, Daniel Duval, Francis Renaud, Catherine Marchal, Guy Lecluyse, Alain Figlarz
Producción: Cyril Colbeau-Justin, Jean-Baptiste Dupont y Franck Chorot
Música: Erwann Kermorvant y Axelle Renoir
Fotografía: Denis Rouden
Montaje: Hachdé
País: Francia
Idioma: Francés
Duración: 110 minutos
Año: 2004
Link: http://www.actuacine.net/Fiches/36quaides-orfevres.htm