... Lo más probable es que “Secreto en la Montaña” sea tema de discusión por varios años, y no solo en Estados Unidos, porque aunque se le adelantaron las seriales de televisión, e incluso algunas de nuestras telenovelas a nivel latinoamericano, su reivindicación del amor homosexual rompe todos los moldes conocidos hasta ahora...Secreto en la Montaña
(Brokeback Mountain)
UN AMOR MÁS FUERTE
Con el director taiwanés
Ang Lee pareciera que nos estaremos enfrentando por un buen tiempo a los mismos fantasmas que han acompañado al norteamericano Steven Spielberg por décadas, y que solo a través de “Munich” pareciera que irán quedando en el pasado en el caso de este último. Si para muchos el director de “E.T.” se convirtió en el rey Midas del cine, entre otras razones, por su constante apelación al sentimentalismo explícito a través del drama clásico, su colega oriental también ha cargado con el estigma de apelar al romanticismo rosa, más cercano al folletín, atrayendo fácilmente a las masas y distanciándose así de otros directores del lejano oriente, quienes a través de temáticas más sesudas, personales, y hasta abstractas, siguen siendo los favoritos de los más entendidos y exigentes en términos de cinematografía.
Con estos antecedentes todo apuntaría a que el nuevo trabajo de Lee, la polémica cinta
Secreto en la Montaña, cuyo título original es
Brokeback Mountain, sería otra producción hecha para el público que más gusta del cine lacrimógeno, más aún, si el eje principal de la trama es el comprometedor tema de la homosexualidad encubierta, y en un ambiente supuestamente viril. Es decir, un amor más que imposible. Pero no. Si hay que hablar de sorpresas este año, tras la vuelca de tuerca de Spielberg en “Munich”, este nuevo trabajo de Ang Lee, ahora en suelo norteamericano, es el que le sigue en la lista, puesto que si bien el drama en su sentido más puro se mantiene intacto, difícilmente estamos en presencia de una historia que solo apele a la sensiblería. Nada más lejano a la realidad. Los múltiples premios que ostenta “Secreto en la Montaña” avalan lo contrario, y merecidamente, entre ellos el León de Oro en Venecia, el BAFTA en Gran Bretaña, cuatro premios Globos de Oro, y ocho nominaciones al Oscar 2006, entre ellas las de Mejor Película, Mejor Director y Mejor Actor Principal.
La homosexualidad no es un tema nuevo para la cinematografía internacional, en eso no hay que equivocarse, pero está claro que el cine estadounidense, líder en términos de superproducciones y taquilla, adolece de una vista gorda impresionante a la hora de tratar a la homosexualidad como otra más de las realidades que existen en una sociedad moderna como la de hoy. Salvo casos aislados como “Philadelphia” (1993) y “Boys Don’t Cry” (1999), parecía que la atracción sexual entre personas del mismo sexo estaba reservada solo a la crítica moralina, más propia del cine norteamericano de los años ‘50, o simplemente quedaba relegada a un segundo plano como tema tabú. Así que es meritorio que una industria tan poco dada a romper con los moldes establecidos se haya atrevido a explorar de esta manera en la llamada ‘temática gay’. Ese es un primer punto a favor.
Ahora bien, ¿bastaba solo con atreverse para darnos por satisfechos? Obviamente que no, y Ang Lee así lo entendió desde un comienzo, ya que es notable como hasta él mismo deja de lado ese romanticismo trágico que lo hizo famoso en el mundo a través del exitoso “Tigre y el Dragón” (2000), para presentarnos una historia mucho más cercana a la realidad, teniendo siempre presente que en sus manos estaba la redención, ojalá final, de una temática tantas veces vapuleada.
“Secreto en la Montaña” narra una dramática historia de amor entre dos vaqueros de Wyoming, verdaderos símbolos de la masculinidad norteamericana, quienes en 1963 se conocen al hacer fila por un trabajo donde deben cuidar ovejas, las que son propiedad del ranchero del pueblo, Joe Aguirre (Randy Quaid). Sin embargo, estos dos esforzados hombres, Ennis del Mar (Heath Ledger) y Jack Twist (Jake Gyllenhaal), mantienen oculta su inclinación sexual disfrazándola con rudeza e indiferencia mutua, especialmente Ennis, mientras laboran juntos en la hermosa montaña Brockeback. Pero más temprano que tarde la convivencia hará su parte, y ambos hombres terminarán por ceder a sus miedos y darán rienda suelta a su verdadera condición sexual.
Al finalizar el verano, y por ende el trabajo como pastores, ambos hombres deben separarse. Ennis planea casarse y formar familia, mientras que Jack deberá volver al rodeo, y aunque ambos se niegan a expresar el dolor que los embarga, dicha relación se mantendrá viva por siempre, teniendo una segunda oportunidad después de cuatro años de haberse distanciado, estando Ennis casado con la esforzada Alma (Michelle Williams) y teniendo dos hijas a su haber en Wyoming, mientras que Jack se ha casado con una millonaria tejana, Lureen (Anne Hathaway), y ya es padre de un hijo pequeño. Y aunque ninguno de los dos quiere hacer pública una relación que despertaría el rechazo y la condena de todos, los años van pasando, y ambos sin proponérselo van haciendo madura una relación amorosa que, lamentablemente, será conocida por quienes no deberían, trayéndoles amargas consecuencias, aunque no trágicas, a ambos hombres por esta difícil doble vida, especialmente a Ennis.
El australiano Heath Ledger simplemente se luce en el rol protagónico dándole vida al taciturno Ennis del Mar, el vaquero que más lucha por reprimirse mostrando una personalidad ruda y áspera, la cual no delataría en absoluto al homosexual que lleva dentro. La suya es de esas actuaciones que tras verla se hace difícil imaginársela después en otro actor. Por su parte Jake Gyllenhaal, famoso por sus roles de niño bueno y bonito en anteriores trabajos, también tiene una performance destacable en esta oportunidad interpretando a Jack Twist, la contraparte del inexpresivo Ennis, puesto que aunque es un experimentado montador de toros, Jack tiene una personalidad más acogedora y afable, siendo esas características las que lograron seducir a su machista compañero. Además, ambos personajes cumplen en buena parte de la trama sus roles de esposos y padres de manera normal, con lo cual, salvo el divorcio de uno de ellos, tanto los actores como el director se anotan otro logro en esta magnífica cinta. La homosexualidad no tiene porqué estar presente solo en ambientes desenfadados, mayormente sórdidos.
Dentro de las actuaciones secundarias, la mejor indudablemente es la de Michelle Williams, quien supo darle forma a esta sacrificada mujer llamada Alma, quien debe lidiar primero con la escasez de recursos al comenzar su matrimonio junto a Ennis, sin sospechar jamás la verdadera naturaleza de su esposo y protector, quien le ha dado dos hijas y sigue cumpliéndole como pareja en la intimidad. Pero al avanzar la trama los cambios se harán visibles también en su vida, para simbolizar en ella el rostro de la traición, la vergüenza y el dolor de quienes componen el entorno de personajes como los dos protagonistas. Randy Quaid a su vez, aunque en muy breves pasajes, cumple bastante bien su rol de reflejar al hombre de rancho, ese que por ningún motivo estará dispuesto a tolerar a dos hombres como Ennis y Jack dentro de su medio.
Lo más probable es que “Secreto en la Montaña” sea tema de discusión por varios años, y no solo en Estados Unidos, porque aunque se le adelantaron las seriales de televisión, e incluso algunas de nuestras telenovelas a nivel latinoamericano, su reivindicación del amor homosexual rompe todos los moldes conocidos hasta ahora. Se trata de hombres tremendamente viriles y muy ajenos al estereotipo de las ‘locas’ o de las víctimas del VIH, con lo cual la discusión indudablemente estará centrada entre quienes aún son intolerantes hacia las minorías sexuales y quienes ya no ven en estas relaciones amorosas y sexuales un pecado capital. De hecho, entre el mismo público que me acompañaba en la sala pude escuchar algunos comentarios homofóbicos y burlescos en algunas escenas, pero hasta esas personas fueron capaces de sobrecogerse en pasajes como cuando Ennis le confiesa a Jack, ya en la madurez y en medio de las lágrimas, que “quisiera poder olvidarlo”, pero le es imposible. Ang Lee cumplió entonces, y eso hasta el más recalcitrante de los conservadores tendrá que aceptarlo llegado el momento.
Probablemente esta cinta se adjudique el apetecido Oscar a mejor película y director en las próximas semanas, porque dicho premio, aunque sobrevalorado en honor a la verdad, le haría justicia a una producción que reivindica también al cine de Ang Lee, incluso entre quienes aún son sus detractores, porque más allá de ser la más sólida de las cintas en competencia por el Oscar, y que hasta ahora hemos podido conocer, la película es claramente una historia de amor, y cómo este sentimiento mutuo va madurando a través del tiempo, más allá de tratarse de una relación prohibida entre dos individuos del mismo sexo, rudos e implacables.
Esta resultó ser una excelente propuesta, con grandes actuaciones, un guión adaptado excepcional, una dirección de primer nivel, una banda sonora sobria y precisa, y una fotografía bellísima de Alberta, Canadá, curiosamente donde fueron rodadas las imágenes que representan a los paisajes de Wyoming. Con todo lo anterior, más allá de cualquier estatuilla o premio, “Secreto en la Montaña” está destinada a convertirse en un clásico, y como tal, hay que saber valorarla y disfrutarla en este tiempo, el de sus orígenes.
ExcelenteFicha Técnica:Nombre: Secreto en la Montaña (Brokeback Mountain)
Género: Drama
Dirección: Ang Lee
Guión: Larry McMurtry y Diana Ossana. Basado en un relato de Annie Proulx.
Reparto: Heath Ledger, Jake Gyllenhaal, Michelle Williams, Anne Hathaway, Linda Cardellini, Anna Faris, Randy Quaid, Kate Mara.
Producción: Diana Ossana y James Schamus
Música: Gustavo Santaolalla
Fotografía: Rodrigo Prieto
Montaje: Geraldine Peroni y Dylan Tichenor
Vestuario: Marit Allen
País: Estados Unidos
Idioma: Inglés
Duración: 134 minutos
Año: 2005
Link: http://www.brokebackmountainmovie.com/splash.html