domingo, noviembre 05, 2006

Luces Rojas - 'Consecuencias Autodestructivas'

... Cédric Khan supo convertir este guión, basado en el texto de uno de los maestros del suspenso, Georges Simenon, en una angustiante pero bien lograda historia de suspenso, donde los hechos tormentosos no dejan de sorprender hasta acercarse el final...



Luces Rojas

CONSECUENCIAS AUTODESTRUCTIVAS




Hace un par de semanas está disponible en la cartelera de Santiago uno de los estrenos que más esperé en lo que va de este año, Luces Rojas, la escalofriante cinta francesa del director Cédric Khan, el cerebro detrás de “Roberto Succo” del año 2001. Podría señalar que este fue un especial choque de expectativas entre lo que anunciaban las promociones y el resultado propiamente tal, por lo mismo entonces, antes de emitir cualquier comentario sobre la producción, parto señalando que como pocas veces los resultados cumplieron con todas las expectativas hechas previamente. Se trata de una gran cinta de suspenso sicológico, hasta el momento, la mejor en su género en lo que va de este año 2006.

Luego de algunas cintas que también se enmarcaron dentro del género del thriller sicológico, como “La Dama de Honor” de Claude Chabrol y “Caché” de Michael Haneke, la llegada de este nuevo trabajo del galo Cédric Khan tenía una misión bastante difícil de conseguir, ya que aparte de los elogiosos pergaminos que sus predecesoras exhibían, lo cierto es que este nuevo trabajo venía a saciar la curiosidad por saber si el género podría reencantar nuevamente al público, luego de tan exitosas y variadas muestras del lado más oscuro del ser humano.



“Luces Rojas” centra sus dardos en la ira y la posterior autodestrucción del individuo, simbolizado en Antoine (Jean-Pierre Darroussin), un marido apocado por el éxito profesional de su esposa, la abogada de empresas Hélène (Carole Bouquet). Es tanta la frustración de Antoine, que su rabia contra sí mismo intenta calmarla sumiéndose en el alcohol y las constantes discusiones con Hélène. Todo indica que la relación entre ambos está irremediablemente rota, porque así como él se sumerge en una autodestrucción que incluso se refleja en su aspecto, ella también da luces de no poder soportar más seguir a su lado.

A este moderno drama humano de la inferioridad del hombre frente a su mujer, y la consecuente pérdida del rol masculino como ancestralmente se lo percibe, se sumará un hecho que pondrá a prueba no solo el matrimonio entre Antoine y Hélène, sino que todo el sistema de vida que a ambos los ha llevado a ser lo que actualmente son. Cuando deben partir una noche en busca de sus hijos, con quienes pretenden pasar un fin de semana en familia, los errores de ambos los llevará a vivir una horrenda pesadilla.



Antoine, a pesar de ir al volante, aprovecha el viaje para volver a descargar su frustración con Hélène. Los intentos de ella por calmarlo fracasan cuando Antoine, solo por contradecirla, se desvía hacia una estación de servicio para beber. Tras haberlo amenazado con abandonarlo y seguir el viaje en tren, Hélène cumple su palabra, ya que solo una nota dejada en el coche le indicará a Antoine que no volverá a ver a su esposa hasta que llegue a Bordeaux, donde los esperan sus hijos. A menos claro que vaya en su búsqueda, intentando dar con ella adelantando al tren estación por estación. Sin embargo, hay un hecho público que Antoine pretende ignorar. Esa misma noche escapó un peligroso criminal de la cárcel, por lo que su carrera nocturna por interceptar a Hélène se ve interrumpida por constantes controles en la carretera, los que logra dejar atrás a pesar de llevar a bordo a un misterioso extraño, a quien conoció cuando previamente se puso a beber.

La cinta de Khan tiene la gran virtud de no presentar el peligroso encuentro entre Antoine y este sujeto parco e intimidante, centrando la trama exclusivamente en la atemorizante situación que se produce, ya que es interesante observar cómo la personalidad del protagonista, a pesar de estar sumido en el alcohol, no logra dimensionar el peligro hasta cuando se hace demasiado evidente, puesto que su principal preocupación seguía siendo Hélène, incluso continuando con sus descargos en contra de ella y su insoportable monólogo de autocompasión. El director supo convertir este guión, basado en el texto de uno de los maestros del suspenso, Georges Simenon, en una angustiante pero bien lograda historia de suspenso, donde los hechos tormentosos no dejan de sorprender hasta acercarse el final.

Un solidísimo trabajo que vuelve a colocar al cine de habla francesa como uno de los mejores de este año. Una gran edición y dirección, pero en especial, una performance soberbia del actor Jean-Pierre Darroussin como Antoine, personaje que pasa por diversos estados de forma maestra, como la ira, autodestrucción, heroísmo, culpabilidad y sorpresa. En buenas cuentas, una película que es imposible dejar de ver, puesto que también es candidata a pelear el cetro como la mejor del año.


Excelente






Ficha Técnica:


Nombre: Luces Rojas (Feux Rouges)
Género: Thriller
Dirección: Cédric Kahn
Guión: Cédric Kahn, Laurence Ferreira-Barbosa. Basado en la novela de Georges Simenon
Reparto: Jean-Pierre Darroussin, Carole Bouquet, Vincent Deniard, Charline Paul, Jean-Pierre Gos
Producción: Patrick Godeau
Música: Claude Debussy
Fotografía: Patrick Blossier
Montaje: Yann Dedet
País: Francia
Idioma: Francés
Duración: 106 minutos
Año: 2004
Link: http://www.bacfilms.com/site/feux/

2 comentarios:

Morgana dijo...

Uhmmm, cuantas cosas nuevas en tu blog, ya lo echaba mucho de menos, he visto que has comentado sobre Volver, me quedo un ratito por aquí leyéndote. Luego te comento lo que me transmitió a mi Volver...
Un abrazo muy fuerte.

Jorge Valenzuela dijo...

Gracias por extrañar mi presencia, yo también me vi bastante afligido con la falta de tiempo, pero bueno, la idea es que no perdamos contacto, ya que hemos podido concoernos un poco más precisamente gracias al mundo blogger.

No te pierdas "Luces Rojas", tú que estás en Europa no debieras tener problema en ver estos films que a veces se demoran meses en llegar a Chile.

Un fuerte y abrazo y sigamos en contacto, espero que todo vaya mejor por allá en la madre patria, jeje...

Un beso para ti, y nuevamente gracias por seguir visitando el blog