jueves, febrero 16, 2006

Old Boy - 'Una Dura y Triste Verdad'

... sin temor a equivocarme, puedo afirmar que este ha sido el mejor estreno que ha pasado por nuestra cartelera durante este verano 2006, y creo que tendrá un lugar reservado dentro de lo mejor del año...



Old Boy

UNA DURA Y TRISTE VERDAD





Si el director norteamericano Quentin Tarantino, famoso por su idolatría del cine oriental, fue capaz de señalar a la cinta coreana Old Boy, del director Park Chan-Wook, como “la película más cool del 2004”, era porque más de algún mérito debía de exhibir esta producción asiática. Y no se equivocó. Chan-Wook, que a excepción de los circuitos alternativos, es otro perfecto desconocido en Occidente, tal como la mayoría de sus colegas, no pasa indiferente frente a los críticos y el público en general, ya que es imposible no quedar boquiabierto frente a un trabajo tan excepcional como el suyo, donde apunta a una temática que más de una vez hemos visto representada en la pantalla grande: la venganza.

Con una maestría notable en la dirección, “Old Boy” pasa de la comedia más lúdica a los momentos más dramáticos que uno pudiese imaginar, y con una naturalidad que sorprende. Reconozco que no soy adicto al cine de Oriente, más por una cuestión de tiempo e inercia, pero sinceramente, trabajos tan brillantes como este no solo me hacen replantear mis gustos cinematográficos, sino que además me llevan a plantearles a ustedes que este tipo de cine ojalá sea más masivo en nuestro país, embobado muchas veces con el cine comercial de Norteamérica, y uno que otro título europeo, español o latinoamericano. Esta no es en absoluto una crítica al cine de masas, solo que es preciso darle más tribuna a propuestas tan interesantes esta en las salas locales, proveniente del poco conocido cine coreano. El cine es un arte, y el arte como concepto me molesta cuando es asociado en forma arrogante con exclusividad.



En Chile Park Chan-Wook tuvo un precedente el año 2005 respecto a cine proveniente desde Corea del Sur, me refiero a la onírica “Primavera, Verano, Otoño, Invierno... y Primavera” de Kim Ki-Duk, una de las 12 mejores películas del año pasado y que resumí al darle inicio a este blog. Sin embargo, esta vez la pequeña nación asiática nos entregó un producto radicalmente distinto, mucho más cercano al cine del mismo Tarantino que al de Ki-Duk, donde el deseo de venganza del protagonista tendrá una especial similitud con personajes de culto, como los estelarizados alguna vez por Bruce Lee, Uma Thurman o Jet Li. La historia se centra en un violento individuo, un cuarentón con rasgos claramente sicóticos, que sin embargo un buen día es secuestrado, encerrado por 15 largos años en una insalubre habitación, y atormentado sicológicamente haciéndole ver por televisión perturbadoras imágenes, la mayoría de ellas relacionadas con la muerte de su esposa, asesinato donde él fue el principal sospechoso.

Este individuo, Oh Dae-Su (Hwang Jo-Yung), se martiriza pensando en que alguna de las personas que lastimó en el pasado es el verdadero asesino de su esposa y que por venganza lo culpó a él, haciéndolo pasar por todo ese infierno. Ahora bien, el gran mérito que presenta el director en su tratamiento de la historia es que si bien presenta a un sujeto tremendamente sicótico y perturbado mentalmente, supo imprimirle tanto una dosis de humor en su loco deambular como de dramatismo en otras tantas escenas, como en las que Dae-Su va rememorando su propio pasado una vez que es dejado en libertad, hecho que consigue tras una sospechosa sesión de hipnosis.



Es asombroso como este personaje es capaz de hacernos reír de buena manera mientras busca a quién le hizo perder tantos años de su vida, ya sea trenzándose a golpes con una pandilla de peligrosos maleantes, todos dirigidos por uno de los responsables de su encierro, mientras que por otro lado despierta sentimientos de aflicción y empatía con el público, en especial ante el difícil trance que debe pasar ya hacia el final, cuando descubre la verdad sobre quién fue el cerebro tras la muerte de su esposa y a su vez, el responsable de su prolongado encierro. Este mismo culpable es además quien jugó con él ocultándole la terrible verdad que hay detrás de Mido (Gang Hye-Jung), la joven que se enamora de él tras ayudarlo en su búsqueda de justicia.

Oh Dae-Su apenas podrá creer los hechos que le son revelados poco antes del epílogo, descubriendo que la maldad y el desquicio humano pueden llegar a niveles inaceptables, además de insufribles. Un papel primordial cumplirá aquí el actor coreano Woo Ji-Tae como Lee Woo-Jin, un sórdido y sofisticado gangster, quien hará perder el juicio al personaje interpretado por Hwang Jo-Yung, a través de escenas con un fuerte dramatismo, y una crudeza difícil de tolerar. Sin duda que este Lee Woo-Jin es uno de los mejores villanos que haya visto nunca, especialmente por las aristas sicológicas en su cínico actuar. Jo-Yung por otra parte se luce en el protagónico, siendo su actuación como este inestable individuo en busca de venganza uno de los mayores atractivos de la película.



“Old Boy” lo más probable es que nos recuerde a la japonesa “Zatoichi” cuando la violencia sea la principal arma para buscar justicia, a la norteamericana “Kill Bill” cuando esa misma sangre y deseos de venganza nos haga esbozar hasta una sonrisa, y claramente tiene similitudes con “La Naranja Mecánica” de Kubrick, sobre todo cuando el desquicio llega a niveles increíbles de comprender. Aún así, siendo un thriller intenso, crudo y perturbador muchas veces, no deja de ser una cinta excelente, difícil de olvidar, y que sin temor a equivocarme, puedo afirmar que este ha sido el mejor estreno que ha pasado por nuestra cartelera durante este verano 2006, y creo que tendrá un lugar reservado dentro de lo mejor del año.

Destaco además la banda sonora, especialmente ad-hoc a este tipo de películas violentas y algo lúdicas, así como la ambientación, magnífica en la recreación de esta historia con tantos recovecos emocionales. Sin duda que junto a las actuaciones de Jo-Yung y Ji-Tae, además del sólido guión inspirado en los relatos de Tsuchiya Garon y Minegishi Nobuaki, estos elementos también son de lo mejor que presenta “Old Boy”.

En definitiva entonces, una película excelente, imperdible mientras siga en cartelera, y que estoy seguro se convertirá en un nuevo clásico dentro de la cinematografía oriental. Totalmente recomendable, un trabajo de primer nivel que nos obliga a seguir exigiendo más de estos en la cartelera chilena, para refrescarnos con un cine que podrá ser desconocido por muchos, pero que es tremendamente productivo y de calidad. “Old Boy” es solo una muestra de este cine y estaremos atentos a la próxima, nos lo merecemos.


Excelente



Ficha Técnica:

Nombre: Old Boy
Género: Thriller Dramático
Dirección: Park Chan-Wook
Guión: Hwang Jo-Yung, Lim Joon-Hyung y Park Chan-Wook. Basado en una historia original de Tsuchiya Garon y Minegishi Nobuaki
Reparto: Choi Min-sik, Woo Ji-Tae, Gang Hye-Jung, Chi Dae-Han, Oh Dal-Su, Kim Byoung-Ok, Lee Seung-Shin, Yoon Jin-Seo, Lee Dae-Yun, Oh Gwang-Rok
Producción: Kim Dong-Joo
Música: Cho Young-Wuk
Fotografía: Jung Jung-Hoon
Montaje: Kim Sang-Bum
Vestuario: Cho Sang-Kyung
País: Corea del Sur
Idioma: Coreano
Duración: 120 minutos
Año: 2003
Links: http://films.tartanfilmsusa.com/oldboy/
http://www.oldboy-movie.jp/

2 comentarios:

JC dijo...

Me gusto lo que escribiste sobre Old Boy, un hecho curioso, de todas las veces que la he visto (la primera vez a fines del 2004) jamás la asocie con Zatoichi (que vi después) puede que tengan algo en común ahora que lo pienso...
Saludos,
jc

Jorge Valenzuela dijo...

Hola JC.

Bueno, "Zatoichi" tiene una trama muy distinta. Pero es en relación a la violencia, en busca de justicia, donde hay elementos en común. Por eso la cita.

Me alegro que te guste el cine oriental. De hecho, puedo recomendarte el blog de Novotny, en el apartado de Otros Blogs de Cine, ya que él es amante del cine del lejano oriente, y ya había visto "Oldboy" el año pasado, haciendo un breve resumen de la película en su propio recuento del 2005.

Bueno JC, sigamos en contacto. Un beso para ti.