Tocando el Vacío
RECREANDO LO INCREÍBLE
Nunca he sido un deportista de elite ni mucho menos, pero siempre me ha interesado la práctica de los llamados deportes extremos, en especial aquellos que se llevan a cabo en medio de la naturaleza. Así entonces, me parecía imperdonable no asistir a alguna de las salas que actualmente exhibe uno de los mejores documentales que ha llegado a nuestro país, más aún, si su temática tiene relación con la impresionante y riesgosa actividad del montañismo.
Tocando el Vacío, basado en un hecho real y que fue documentado por uno de sus protagonistas, el montañista británico Joe Simpson, llegó con casi tres años de retraso a Chile, sin embargo, contra todo lo imaginable, esta realización dirigida por el también inglés Kevin MacDonald no solo deja una excelente impresión entre quienes disfrutan de las mejores imágenes y fotografías que los documentalistas nos suelen ofrecer, sino que además, consigue un impresionante registro de los acontecimientos sucedidos en 1985 en las montañas del Perú, al punto de convertir a este trabajo en una de las mejores cintas de acción y suspenso del último tiempo. Repito, algo que ni siquiera se imaginó el más entusiasta fanático de este tipo de propuestas llevadas al cine.
Kevin MacDonald consigue momentos extraordinariamente logrados al orientar la historia casi trágica de dos escaladores ingleses, Joe Simpson y Simon Yates, quienes el año 1985 vivieron una experiencia aterradora luego de ascender exitosamente por la cara occidental del majestuoso Siula Grande, en los Andes peruanos. El objetivo de todo montañista es conquistar la cima de cualquier gigante natural que exista en el planeta, sin embargo, hasta quienes no somos doctos en la materia sabemos que el riesgo que significa asaltar una cumbre es el mismo cuando la situación se invierte, es decir, al comenzar el descenso. En el caso de Simpson y Yates, lo último significó una odisea que hasta el día de hoy genera debate en el mundo de los profesionales de montaña.
Los hechos reales indican que luego de conquistar lo más alto del Siula Grande, con toda la carga emocional que significa un logro como ese, el descenso se complicó más de la cuenta para los dos montañistas, quienes luego de conseguir su objetivo debían retornar en pocos días al campamento, donde los esperaba un tercer profesional, Richard Hawking. Lo acontecido a partir de ese momento no solo quedaría impreso en un exitoso best seller, sino además, inspiraría este excelente documental.
El destino tenía deparado una desagradable y terrorífica experiencia para estos osados hombres, cuando luego de un involuntario error Joe Simpson cae por un despeñadero, estando aún muy cerca de la cima. Simpson se fractura una pierna y obliga a su compañero, Simon Yates, a ir en su búsqueda y retrasar el regreso al campamento. Sin embargo, lo peor aún estaba por suceder, ya que durante esa noche y en medio de una tormenta de nieve, Simpson vuelve a caer, pero esta vez directo a un fatal precipicio. Pese a haber quedado colgado fue su propio compañero quien cortó la cuerda al suponer que ya nada podría hacer por él.
Lo que para cualquier deportista de este nivel, y en realidad para cualquier ser humano, lo anterior hubiera significado una muerte segura para alguien como Joe Simpson, su impresionante espíritu de lucha y ese deseo irrenunciable por torcer su destino generó uno de los momentos más heroicos dentro del montañismo internacional, sirviendo además como fuente de inspiración para otros deportistas que se han visto enfrentados a rigores como estos en las cumbres. Ese es claramente el mensaje que deja un hecho como este, el no bajar los brazos pese a la evidente adversidad, y la labor de un cineasta o documentalista sería retratarlo de la manera más real posible, pero siempre teniendo en cuenta que el cine tiene el poder para concentrar las emociones e introducir a los espectadores en los cuerpos de sus protagonistas.
La anterior premisa se vio perfectamente cumplida en las manos del director Kevin MacDonald, quien a través de tres actores, Brendan Mackey como Joe Simpson, Nicholas Aaron como Simon Yates y Ollie Ryal como Richard Hawking, le dio vida nuevamente a esta historia repleta de sentimientos encontrados y hechos de extraordinaria significación en medio de una gélida pero hermosa escenografía natural. MacDonald consiguió recrear esta sorprendente hazaña echando mano a todos los recursos que en el cine permiten atrapar los sentidos, como una excelente edición, musicalización y una fotografía de primer nivel, todo lo anterior presentado a través de un guión que en nada puede envidiar a las mejores cintas de suspenso.
Si a lo anterior agregamos que algunos pasajes se complementan con los testimonios de los protagonistas originales, Simpson, Yates y Hawking, quienes después de dieciocho años regresaron al Siula Grande, obtenemos un producto de primer nivel, y que una vez más demuestra que el cine, principalmente por medio de sus recursos, es el mejor aliado de los documentalistas y cineastas que quieren llevar a la pantalla grande historias tan intensas como estas, sin otra intención que buscar la recreación más exacta posible de los hechos en que se inspiran. Un documento que no solo sorprende, sino que además se agradece.
Excelente
Ficha Técnica:
Título: Tocando el Vacío (Touching the Void)
Género: Documental Dramático
Director: Kevin MacDonald
Elenco: Brendan Mackey, Nicholas Aaron, Ollie Ryal. Testimonios de Joe Simpson, Simon Yates y Richard Hawking.
Guión: Kevin MacDonald. Basado en el libro de Joe Simpson
Producción: John Smithson
Música: Alex Heffex
Fotografía: Mike Eley
Vestuario: Patrick Bill
Idioma: Inglés
País: Reino Unido
Año: 2003
Link: http://www.touchingthevoid.co.uk/
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