domingo, agosto 20, 2006

El Hijo - 'El Difícil Perdón'

... justamente la pobreza casi franciscana en "El Hijo", que ni siquiera la hace contar con música de fondo, es lo que hace tan interesante la mirada de los hermanos Dardenne al tema del perdón, especialmente haciéndole frente al muchas veces irrefrenable deseo de la venganza...



El Hijo

El DIFÍCIL PERDÓN






Parto señalando que no es posible que este extraordinario título galo solo haya sido posible apreciarlo en nuestro país durante el pasado SANFIC, en solo tres funciones durante una semana colmada de títulos que, como este, difícilmente volverán a verse nuevamente en nuestras salas. El Hijo, cinta precursora de “El Infante”, que ganó la Palma de Oro en Cannes el 2005, y bajo cuya dirección nuevamente están los hermanos belgas Jean-Pierre y Luc Dardenne, también cuenta entre sus pergaminos con premios no menores, como el de mejor actor en la versión de Cannes 2002, cuando el actor belga Olivier Goumert se impuso nada menos que a Jack Nicholson. Cuesta explicarse entonces porqué esta cinta también está sin fecha de estreno en Chile.

Siguiendo un patrón que ya es un sello en los hermanos Dardenne, “El Hijo” tiene esa particular mirada que algunos cineastas han adoptado como propia para darle un enfoque lo más realista posible a sus historias, en este caso, presentar las escenas mediante una única cámara, la que ejerce una especie de sombra detrás de cada uno de los personajes involucrados en los diálogos, y que de hecho, permite al espectador casi ponerse en las ropas y zapatos de quienes dan forma a una trama tan intensa como esta.



“El Hijo” es una de esas cintas que increíblemente hacen cotidianas historias que en manos de otros realizadores serían presentadas mediante dramáticas puestas en escena. Pues bien, en la mejor cinta de exhibición que conocimos durante el último Festival de Cine de Santiago, Olivier (Olivier Gourmet) se desempeña como monitor de muchachos que están en planes de reinserción social luego de haber delinquido. Su misión es enseñarles trabajos de carpintería y soldaduras. Pero entre los nuevos muchachos que llegan hasta el taller, uno sobresale respecto a los demás, al menos para Olivier.

Francis (Morgan Marinne) no parece ser un chico conflictivo, quizás inexpresivo y no apto para el trabajo, pero esas no parecieran ser razones suficientes para explicar el motivo que tiene Olivier para rechazarlo de buenas a primera, bajo el pretexto que ya tiene muchos chicos a su cargo. Si no tiene aptitudes, su deber es enseñarle el oficio para darle después un tiempo para evaluarlo. Pero este parco monitor, más bien motivado por una extraña curiosidad, decide darle una oportunidad a Francis, lo que poco a poco comienza a generar una extraña relación laboral entre ambos, dominada por la desconfianza del instructor, mientras el aprendiz solo busca cumplir con lo que se le pide.



Sin embargo, Olivier carga con un dolor muy intenso en su vida, y que ha afectado también a Magali (Isabella Soupart), su ex esposa, ya que cinco años atrás su pequeño hijo fue muerto por un delincuente juvenil. Este traumático acontecimiento vuelve a salir a flote mientras la tirante relación entre maestro y alumno culmina en un momento cargado de emociones, cuando la verdad sale a la luz y Francis al fin comprende la conducta del mismo hombre a quien le había pedido ser su tutor.

Esta es una historia difícil, que dependiendo de su tratamiento se podrían juzgar sus niveles de dramatismo, pero justamente esa pobreza casi franciscana en la producción, que ni siquiera la hace contar con música de fondo, es lo que hace tan interesante la mirada de los hermanos Dardenne al tema del perdón, especialmente haciéndole frente al muchas veces irrefrenable deseo de la venganza. Los directores belgas no pretendieron impresionar al público, tampoco dictarles normas de conducta, sino simplemente hacerlos partícipes de un proceso interno en la conducta del personaje principal, en este caso Olivier, aún a costa de sacrificar el ritmo de la historia, la que no todo el público estará dispuesto a soportar.

Aún así, “El Hijo” es una producción muy bien diseñada en cuanto a su objetivo, a pesar de lo rústica que podría parecer a simple vista, con lo cual mi llamado es a que más temprano que tarde pueda exhibirse masivamente en las salas, independiente de su éxito en la taquilla, puesto que es un trabajo de primer nivel que indudablemente se convierte en la mejor antesala para lo que viene después, es decir, “El Infante”.


Excelente





Ficha Técnica:

Nombre: El Hijo (Le Fils / The Son)
Género: Drama
Dirección: Jean-Pierre y Luc Dardenne
Guión: Jean-Pierre y Luc Dardenne
Reparto: Olivier Gourmet, Morgan Marinne, Isabella Soupart, Rémy Renaud, Nassim Hassaïni, Kevin Leroy, Félicien Pitsaer, Fabian Marnette, Jimmy Deloof, Anne Gérard
Producción: Jean-Pierre y Luc Dardenne, Denis Freyd
Fotografía: Alain Marcoen
Montaje: Marie-Hélène Dozo
País: Francia, Bélgica
Idioma: Francés
Duración: 103 minutos
Año: 2002
Link: http://www.diaphana.fr/lefils/


Bonus Track:

Más información sobre L'Enfant, de los hermanos Dardenne, en el blog de cine de Novotny

1 comentario:

Jorge Valenzuela dijo...

Efectivamente Angélica, aunque no es una película fácil de seguir, más que nada por la monotonía de los pasajes, la actuación del belga Olivier Gourmet es solidísima, lejos lo mejor que vi durante el último SANFIC.

Gourmet, aunque poco conocido, es el actor fetiche de los hermanos Dardenne, y también podremos apreciarlo en "L'Enfant", la galardonada película del 2005, aunque en un rol totalmente distinto.

Saludos...