viernes, agosto 04, 2006

Los Muertos - 'La Esencia es la Clave' (Film Ganador del SANFIC 2005)

... Difícil que el público masivo reciba a una cinta casi testimonial como esta y la convierta en un éxito de taquilla, cosa que además no ocurrió, ya que nunca fue estrenada de manera oficial en nuestro país. Pero claramente estamos frente a uno de los trabajos más interesantes del último tiempo ...



Los Muertos
(Ganadora del 1º Santiago Festival Internacional de Cine, SANFIC 2005)


LA ESENCIA ES LA CLAVE






Con apenas un par de minutos, los que presentan un inicio tremendamente descriptivo de su título, Los Muertos, la segunda producción del joven realizador argentino Lisandro Alonso, logró captar la atención del público y la crítica especializada, al punto de ungir a esta cinta trasandina como la mejor película que pasó por el primer Festival Internacional de Cine de Santiago, el SANFIC 2005. Así es, el año pasado este trabajo obtuvo el primer lugar imponiéndose a un gran número de producciones latinoamericanas, cosa que en ningún caso fue una sorpresa para Alonso, ya que entre sus anteriores pergaminos, este trabajo del año 2004 venía precedido con un premio otorgado en el Festival de Viennale, en Austria, uno de los más reconocidos a nivel europeo.

No hay ninguna sorpresa entonces, ya que el cine argentino está viviendo un auge muy parecido al de nuestro cine chileno. Y si bien aún no nos hemos familiarizado con este director, ni con su primer trabajo titulado "La Libertad", no cabe duda que el galardón obtenido en el primer SANFIC hará de Lisandro Alonso un nombre que difícilmente se podrá olvidar. Al desmenuzar "Los Muertos" quedará claro el porqué, pues no es en absoluto una película fácil de digerir, por lo menos para el público con gustos más masivos.



La historia se presenta en medio del verde de un pantano, con un grupo de cuerpos inertes arrojados en el suelo. Sin duda, lo más descriptivo del título de este metraje que tuvo como nombre alternativo el de "Sangre", pero que finalmente fue llamado "Los Muertos". Inmediatamente después comienza la presentación de Vargas (Argentino Vargas), un hombre de cincuenta y cuatro años, preso en una cárcel de Corrientes, el que recibe la noticia que saldrá en libertad, con lo cual podrá retornar por fin al mundo exterior. No cabe duda entonces, Vargas fue quien dio cuenta de aquellos infortunados que aparecieron al principio, crimen que lo hizo purgar su culpa por treinta años.

Lisandro Alonso comienza entonces a presentar a un ser humano tremendamente complejo, y a la vez sencillo. Esta aparente dicotomía solo se explica a medida que avanza la historia y vamos conociendo a un ajado Vargas, cuyo aspecto tosco y deslavado, va muy acorde con una personalidad introvertida, de pocas palabras, pero que en su interior carga con todas las culpas de su pasado. “Eso ya pasó”, es lo único que atina a responder cuando alguien al reconocerlo le pregunta por lo sucedido años atrás, y cuyas víctimas llevaban su propia sangre. No es un malhumorado, tampoco un soberbio ni un agresivo provocador, es solo un cincuentón parco y huraño, que prefiere respirar y seguir su curso sin delatar la más mínima internalización de sus ideas y sentimientos. Con esa frialdad es que llega hasta su pueblo natal para ir en busca de su hija, María, la única pariente con la cual cuenta una vez puesto en libertad.



En su búsqueda por María este hombre curtido por el destino va ejemplificando la vida que día a día se puede ver en la Argentina rural y de extrema pobreza de las provincias, donde gracias al dinero que logró ganarse en la cárcel busca algún regalo para su hija, se da el gusto de visitar a una miserable prostituta que atiende a sus clientes casi a vista y paciencia de sus hijos, y se consigue un bote para remar hasta dar con su familia. Es en ese viaje a través el río donde pone en práctica costumbres y aprendizajes que nunca olvidó tras las rejas, como robar miel de un panal de abejas y degollar a una cabra que se encuentra en la rivera, la cual destripa con maestría dentro del bote. Todo, en medio de una naturalidad que sorprende, pero que no todo el público está dispuesto a ver con la mayor naturalidad del mundo.

Con uno de los finales más abiertos que haya podido ver, la cinta de Alonso no deja otra sensación más que dudar si el mal que habitó dentro de Vargas quizás nunca desapareció del todo. Tras los años de encierro, su esencia, con más o menos matices, al parecer sigue siendo la misma. Los íconos del juguete en el suelo, dejado ahí por el hijo de María cuando recibe a su abuelo en medio de la miseria, dejan un margen tremendamente abierto para la duda. Alonso manejó todos los tiempos para presentarnos a este hombre tan simple y difícil de describir a la vez, pero deja al espectador la tarea de concluir qué pasa realmente con este individuo que retorna a la libertad y vuelve con los suyos.



Difícil que el público masivo reciba a una cinta casi testimonial como esta y la convierta en un éxito de taquilla, cosa que además no ocurrió, ya que nunca fue estrenada de manera oficial en nuestro país. Pero claramente estamos frente a uno de los trabajos más interesantes del último tiempo, donde nuevamente un realizador argentino recluta a un no actor para darle vida al protagonista de un historia tan singular. Carlos Sorín ya nos había dado una pauta a través de “Bombón, el Perro”. Sin embargo, el personaje de Argentino Vargas a la gran mayoría de los chilenos les recordará al “Chacal de Nahueltoro”, el clásico personaje de Miguel Littin, ya que aunque se trate de historias y enfoques totalmente distintos, es el complejo mundo interior de un personaje de estas características, inmerso en las consecuencias del crimen, lo que los hará centrar la mirada en un Vargas que puede estar en cualquier parte de nuestra América, incluso más cerca de lo que cualquiera de nosotros pudiese imaginar.

Una muy buena realización, la que en todo caso hay que estar preparado para verla, pues es la única forma de poder entenderla y aceptarla como lo que realmente es, una mirada íntima y espiritual dentro de un alma cubierta por una carcasa. De lo más interesante que hayamos podido apreciar en nuestro país, aunque tal parece que habrá que seguir esperando para verla en la cartelera local, para que así más público pueda apreciarla y sacar sus propias conclusiones.


Muy Buena





Ficha Técnica:

Nombre: Los Muertos.
Género: Drama
Dirección: Lisandro Alonso
Guión: Lisandro Alonso
Reparto: Argentino Vargas, más extras.
Producción: Micaela Buye
Montaje: Lisandro Alonso
Música: Flor Maleva
País: Argentina
Idioma: Español
Duración: 90 minutos
Año: 2004
Estreno en Chile: Jueves 4 de Agosto del 2005, en el Santiago Festival Internacional de Cine, SANFIC
Link: http://www.velvetrockmine.com.ar/notas/rc064.php



Blog "Comentarios de Cine", sitio acreditado en este SANFIC 2006.


Los invito la próxima semana a revisar los despachos y comentarios de las películas en exhibición.

2 comentarios:

Novotny dijo...

Me alegra que te haya gustado esta película. Es de verdad una gran película. Anoche vi "Fantasma", que está muy relacionada con "Los muertos" y la gente la recibió con la misma hostilidad...

Espero tus despachos del SANFIC...

Un abrazo,

Nov

Morgana dijo...

Oh, cuantas cosas interesantes en tu blog. Creo que me lo voy a imprimir y me lo voy leyendo tranquilamente en el autobús ;-)) Este verano apenas estoy viendo ninguna peli, es que hace tan buen tiempo en Madrid que apetece salir a pasear y tomar algo. Pero para el otoño ya tengo una buena lista de películas para ver ;-))
Por cierto, preciosas las fotos de Chile, es un viaje que siempre me ha apetecido hacer, tiene que ser una maravilla...
Besos.